Muerte a la carta

Se abre de nuevo el debate en España sobre la eutanasia, tras la muerte voluntaria de Inmaculada Echevarría, de 51 años, en un hospital de Granada, donde estaba a causa de una distrofia muscular progresiva e incurable desde los 11 años. Clara Martínez, estudiante de derecho, opina que la decisión de Echevarría deberíamos respetarla.

La eutanasia viene del término griego "eu" -bien- y "thanatos" -muerte-“, o mejor dicho, se trata de ocasionarle la muerte a una persona para que no se le siga prolongando una vida ihumana y artificial. Sin embargo, no es un tema que haya surgido hace cuatro días, sino en la antigua Grecia, donde se tenía una visión totalmente contraria a la actual. No se planteaba seguir dejando sufrir a una persona si estaba enferma de por vida.

Avanzando en el tiempo, en el período de la Edad Media, se proclama entonces que la eutanasia es un pecado, al igual que el suicidio o el aborto, puesto que un hombre no tenía derecho a disponer libremente de su vida, dada por Dios.

Y por último, en la modernidad se rompe con el pensamiento medieval y se retoma el de la antigüedad clásica. Pero con algunas posturas contrarias, como es el caso de la Asociación Médica Mundial o la Iglesia, considerando ambos que se trata de una postura contraria a la ética. Joaquín, diácono de la Basílica de Santa María, comentaba que porqué se rinden , y añadía que teniendo una familia que les quiere, como es posible abandonarlos, por este motivo deberían seguir viviendo.

En España, se ha podido ver otros casos como por ejemplo, el de Ramón Sampedro, en el que todos recordaremos por la película de Mar Adentro de Alejandro Amenávar, donde se puede ver a un hombre luchando por conseguir una muerte digna, ya que su situación no era la adecuada para seguir viviendo, puesto que desde los 25 años sufrió un accidente, al tirarse de cabeza al agua desde una roca un día de resaca marítima, que le dejó tetrapléjico y postrado en una cama para el resto de su vida. Irene, estudiante de biología, exponía que en el caso de suicidio sí que se debería ayudar a las personas para que sigan viviendo, pero en estos casos, sabiendo que no hay cura, se debe respetar su opinión.